Caonillas

Cuando bajo de Cerro Morales
encuentro tus aguas,
  muy quietas, calmadas,
son muy mansas, con paz y armonía,
me adormeces, quietud esperada.
Tus orillas aún insinúan
aquel valle y aquella cañada,
una iglesia que en el fondo está
y que vela por mi paz ansiada.
El crepúsculo se esfuma en la noche
los montes reflejan imágenes bellas
y ya dentro de poco veremos
armonías suaves de color de estrellas.
Cuantas cuitas de amor tu atesoras
en tus aguas de verde esmeralda,
y los chicos que hora tras horas
traen recuerdos de alegres cantatas.
Y del indio Taíno se escucha
dentro de una cueva ecos lastimeros
fue muy triste el fin de su lucha
por salvar el río su casa y su suelo.
Bañado de sueños, el lago Caonillas
se mantiene estoico al sobrevivir
y hoy día vemos en su escasa orilla
que aún tiene fuerzas para no morir.
poema marita
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